Acabose
el tiempo y terminó todo en un suicidio , porque la vida es muerte.
Sus acciones repletas de matizaciones morales que todos pasaban por
alto, pero eso ya no era tenido en cuenta. Entendiose el sujeto como
un ser sin par , al igual que fueron los demás , pero estos dejaron
de serlo cuando no vieron , o bien no quisieron reconocer la farsa
representada; todo fue puro teatro, o la aplicación del método
ensayo – error por parte de Dios. Y ciertamente Dios transcendía
todo aquello, de manera que, al menos para él, y para el universo
de su mente, era un tópico digno de cuestionamiento: [ Partiendo de
la base de que ningún ser humano es totalmente idéntico a otro , se
deriva de la existencia de cada persona una concepción distinta de
la realidad por cada uno de ellos. En consecuencia, y teniendo como
base la idea cartesiana de la razón del ser afirmada por el uso de
la misma, solo aquello contenido en la mente constituiría la
realidad para cada uno de nosotros. Se debe aceptar entonces la
existencia de un universo distinto por cada uno de los seres
racionales existentes, y por lo tanto, una configuración distinta
para cada uno de los diferentes continuos espacio – tiempo,
refiriéndome a todos los aspectos posibles por caracterizar. Además,
y por ejemplo, la historia del universo del lector es distinta a
aquella tomada por el autor. Así bien, y empezando por el principio
del todo, el escritor no acepta la caracterización dada por la
Historia Colectiva de nuestra especie. La visión del autor se guía
por principios y realidades de las Ciencias, aunque no al completo,
de manera que si de una gráfica se tratase, hablaríamos de la
representación de una función definida a trozos, en su mayor parte
constante, pero cada X tiempo dada por funciones
totalmente distintas con límites laterales tendiendo a infinito en
cada una de sus posibles discontinuidades. En tanto, observemos como
estas funciones distintas coincidirían con los distintos universos
infinitos antes mencionados. Veáse como estos a su vez coincidirían
con la creación mental de los distintos seres racionales, por lo
tanto, el cambio necesario serían personas; seres humanos dando
importancia al adjetivo racional, suponemos intrínseco a la raza a
la que pertenecemos, pues como ya hemos apuntado, sin el uso de la
razón, no hay existencia del ser.
Llegados
a este nivel, conviene puntualizar que el uso de la razón por parte
del individuo debe ser libre, no condicionada por factores externos,
de manera que el sujeto de razón sepa diferenciar claramente entre
la Historia Colectiva y la propia. El número de personas definidas
por esta característica no es tan reducido como podría pensarse en
un principio, aun así, forman una minoría absoluta.
Volviendo
al tema que nos ha traído, y después de la explicación básica
dada anteriormente, concluiría que mi figura de Dios es múltiple,
tanto en forma como en cantidad o contenido. Infinito, si, pues esas
formas, cantidades y contenidos estarían definidas por las
funciones que crean las discontinuidades en la constante, es decir;
aquellos seres racionales con suficiente conocimiento de la farsa
como para ser tratados con el nivel mínimo de respeto exigible a
cualquier ser pensante. ]