Solo
fue un aviso. Pensó, quizás demasiado condicionado por externos
como para concluir un juicio válido para su situación, quizás lento y esquivo,
buscando lados distintos , pero pensó , y , al fin y al cabo , no
encontró respuestas a sus súplicas. ¿ Por qué ? No responden, ¿
Dónde ? En ningún lugar. La trascendencia efímera pero a la vez
tan sumamente importante de cada ser humano , el escuchar dos
palabras en susurros y el proceso consecutivo para hacerlas dogmas ,
la realidad; dentro de todos se encuentran porque el conocimiento
verdadero es reconocer la farsa , el resto viene solo , como las
piezas de un rompecabezas que se enlazan precisamente hasta su final, Antítesis del nuestro, no se puede prever lo imposible.
Y
este es mi rompecabezas, iniciado en un intercesión cortada, una
figura de mujer, escombros de la sociedad y yo.
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